Para los amantes como yo en esto del arte fotográfico, hay ocasiones en las cuales madrugar tiene premio. El
mío fue captar estas imágenes de varios grupos de pescadores en plena faena de
descarga.
Es cierto que fue pura
casualidad que me encontrara a horas tan tempranas en el puerto de Las Nieves.
Pero no es menos cierto que mi cámara estaba lista y a punto. Requisito
indispensable según los entendidos en este arte para poder aprovechar las
oportunidades que se presenten como fue el caso que les cuento.
Sucedió mas o menos asi.
Aun no había amanecido cuando entraban por la bocaina del puerto los primeros
barcos seguramente después de una noche intensa de trabajo.
Apenas sin tiempo para
amarrar y alumbrándose con los focos de los propios barcos y alguna que otra
farola enclavada en los alrededores del puerto comenzaron las faenas de
descarga de la captura de la noche anterior.
Marineros y ayudantes en tierra se
afanaban en clasificar y llenar los backs de plástico destinados al transporte
del pescado hasta la cofradía de pescadores para su posterior distribución.
Pero para que este fresco manjar llegue a la mesa para su degustación sabe Dios
las dificultades que han tenido que superar estos aguerridos hombres y mujeres
del mar.
El trabajo de los pescadores es duro y no esta exento de riesgo y por
si todo esto fuera poco no siempre esta bien valorado, de hecho no es extraño oír
las injustificadas quejas de los compradores por el precio del pescado con la
particularidad añadida de que en la mayoría de los casos son los intermediarios
los que obtienen los mejores beneficios.
Para estos trabajadores
hombres y mujeres del mar sean del lugar que sean este es de alguna manera mi
modesto reconocimiento.
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