Hay
ocasiones y esta seria una de ellas que me gustaría ser un experto para contar
al detalle todo lo referente a una ciudad.
Sobre todo haciendo hincapie en su historia, arquitectura, personajes
ilustres etc. etc. Dado que no es el caso, me limitare de manera sucinta a
exponer mi percepción particular del lugar y a mostrarles algunas de las fotos que
capte con mi cámara durante los cuatro intensos días que permanecí en la Villa de La
Orotava
Coincidiendo
con el fin de año y la entrada en el nuevo, he pasado unos días en La Villa de
La Orotova ciudad que no es la primera vez que visito, si bien es cierto que en
esta ocasión ha sido cuando mas tiempo he dedicado a pasear por sus calles . He
de confesar que La Orotava es uno de esos lugares que merece la pena visitar cuantas veces se pueda. Es muy gratificante contemplar sus edificios
cargados de historia lo mismo que sus calles y callejones la mayoría en un
magnifico estado de conservación. Labor esta que supongo se deba no tan
solo a las autoridades correspondientes si no tambien a una población de gentes
amables y comprometidas con dicho cometido. Aspecto este que deseo resaltar al
tiempo que aprovecho para felicitarles y animarles para que no decaiga ese
interés.
Desde
el mas absoluto respeto ya que supongo tarea complicada deseo exponer una sola
pega a La Villa que lamentablemente es común a muchos lugares de nuestra
geografía canaria y peninsular. Lo quiero hacer tambien desde una critica constructiva . Reitero aun sabiendo lo
complicado que debe ser ponerle solución al problema.
Expongo
mi única pega que no es otra que; no me ha gustado ver la circulación de
vehículos por algunas de sus calles donde existen edificios emblemáticos y que
tal vez, si no todas, algunas de esas
calles pudieran ser peatonales o al menos restringir el trafico por alguna de ellas.
Si lo comentado anteriormente no me ha gustado. Considero peor aun la presencia
de vehículos aparcados en algunas de esas calles . Bajo mi modesto punto de
vista el trafico de vehículos no tan solo deterioran calles y edificios si no
que afean el lugar con su presencia.
Como digo siempre “Caminar viene bien no tan solo a nuestro corazón si no al de
esas bellísimas ciudades” como es el caso que nos ocupa La Villa de La Orotava.
Por todo lo demás un Diez.